Cómo abrigar a un bebé según la temperatura

Sabemos lo importante de tener una buena temperatura para un buen dormir, y en el caso de los bebés no es la excepción. Mantener una temperatura adecuada durante el sueño infantil garantiza el buen descanso de un bebé. Como Especialistas en Sueño Infantil debemos entender muy bien cómo abrigar a un bebé según su temperatura. 

Por eso, hoy hemos decidido compartir contigo información necesaria y datazos de estudios científicos que te ayuden a entender cómo podrías ayudar a las familias en este campo.

Cómo abrigar a un bebé según su temperatura

¿Sabías que los bebés no necesitan ser abrigados en exceso? El termostato corporal de un bebé es similar al de los adultos, y en muchos casos, tienden a moverse más durante la noche, lo que les ayuda a mantenerse cálidos.

La temperatura óptima para el sueño de un bebé se sitúa generalmente entre los 18°C y 22°C. Al momento de elegir ropa para un bebé se debe optar por materiales naturales como el algodón o la lana, que favorecen la regulación térmica del bebé, o tejidos como el polar o la franela en situaciones más frías. 

Sin embargo, se debe tener precaución con los materiales sintéticos, como el polar grueso, ya que pueden impedir una correcta ventilación de la piel, ocasionando sudoración excesiva, sobrecalentamiento o, en el caso de retener humedad, incluso enfriamiento.

Cómo saber cuándo abrigar a un bebé 

Estos son los síntomas que un bebé podría presentar cuando necesita ser abrigado:

Manos y pies fríos:

Aunque las extremidades pueden sentirse algo más frescas de lo normal, si están notablemente frías, podría ser un signo de que el bebé necesita más abrigo.

Coloración azulada en labios o extremidades: 

Esto indica que el cuerpo está trabajando para conservar calor, y es una señal clara de que el bebé está demasiado expuesto al frío.

Escalofríos o temblores:

Aunque los temblores no son tan comunes en los bebés más pequeños, pueden ser una señal de que el cuerpo está intentando generar calor.

Bebé inquieto o irritable:

Si el bebé no consigue conciliar el sueño o se despierta con frecuencia, podría estar incómodo por el frío.

Efectos del sobrecalentamiento en el sueño infantil 

El sobrecalentamiento es uno de los principales riesgos que debemos evitar cuando vestimos a un bebé, ya que puede no solo incomodar, sino aumentar el riesgo de muerte súbita del lactante (SMSL).

El SMSL es el fallecimiento inesperado de un bebé aparentemente sano, generalmente durante el sueño, y sin una causa médica evidente tras la autopsia. Aunque la causa exacta de este síndrome no está completamente comprendida, investigaciones han identificado ciertos factores que aumentan el riesgo, entre los cuales el sobrecalentamiento y la posición de sueño boca abajo son de los más relevantes.

Cuando un bebé está demasiado abrigado o la temperatura de la habitación es excesiva, su cuerpo lucha para regular su temperatura interna. Esto puede alterar sus patrones de respiración y sueño, conduciendo a una disminución en su capacidad de despertar fácilmente en situaciones de riesgo, como la acumulación de dióxido de carbono o la falta de oxígeno.

Normas internacionales sobre la vestimenta del bebé para el sueño

De acuerdo a la Formación Activa en Pediatría de Atención Primaria recomienda que los bebés duerman en un entorno fresco, con una temperatura ambiental de entre 20°C y 22°C. Para vestir al bebé, sugieren:

• Vestimenta ligera y cómoda: Ropa de algodón transpirable que permita la correcta ventilación.

• Evitar múltiples capas: Una regla sencilla es vestir al bebé con una capa más de la que un adulto usaría para estar cómodo en esa temperatura​.

Por otro lado, también recomienda y sugiere que los padres usen sacos de dormir en lugar de mantas para evitar el riesgo de que el bebé se cubra la cabeza durante la noche. Además, recomiendan monitorizar la temperatura corporal del bebé tocando su nuca o estómago, no sus manos o pies, que suelen estar más fríos.

Herramientas para medir la temperatura ambiente.

Los termómetros ambientales permiten a los padres y cuidadores monitorear de manera precisa la temperatura de la habitación, evitando tanto el sobrecalentamiento como el enfriamiento excesivo, ambos factores que pueden afectar la calidad del sueño y la salud del bebé.

Aquí te mencionamos los más termómetros ambientales más comunes:

• Termómetros digitales: Son los más recomendados por su precisión y facilidad de uso. Además, muchos modelos cuentan con alertas de temperatura alta o baja.

• Termómetros integrados en monitores de bebé: Algunos monitores para bebés incluyen una función de medición de temperatura, facilitando el seguimiento continuo sin necesidad de un dispositivo adicional.

Cómo mantener seguro a un bebé cuando duerme

Evitar el uso de almohadas, mantas gruesas y edredones: 

Aunque las almohadas pueden parecer cómodas, no son seguras para los bebés menores de 12 meses. Los bebés no tienen la capacidad de reposicionar su cabeza si queda atrapada en una almohada o manta, lo que puede aumentar el riesgo de asfixia​.

Evitar los peluches y juguetes blandos: 

Estos objetos decorativos pueden caer sobre la cara del bebé mientras duerme, impidiendo su respiración adecuada. Es mejor mantener estos artículos fuera del área de descanso del bebé.

Evitar ropa con cordones o lazos:

La ropa del bebé debe ser sencilla, sin accesorios que puedan representar un riesgo de estrangulamiento o atrapamiento. Los pijamas ajustados son la opción más segura.

Puedes leer más información en el sitio web de la Asociación Española de Pediatría

Conclusión: Cómo abrigar a un bebé según la temperatura

Asegurar que un bebé esté correctamente abrigado durante el sueño es importante para su bienestar y seguridad. La clave está en mantener un equilibrio, evitando tanto el enfriamiento como el sobrecalentamiento. La temperatura óptima para la habitación del bebé debe estar entre 18°C y 21°C.

Además, vestir al bebé con capas ligeras y transpirables, como el algodón, y optar por sacos de dormir en lugar de mantas sueltas, ayuda a mantener una temperatura corporal estable.